No todo el mundo atrasará en la noche de este sábado sus relojes. En el pueblo francés de Molene se mueven al ritmo solar. Se trata de una de las dos localidades de Francia donde les da igual la hora oficial del país y donde las noticias de la una para ellos son a las 11 horas. "La mayoría de habitantes son marineros o pescadores y viven con las mareas y con el sol", afirma una mujer.
En España también hay quien preferiría una hora distinta a la oficial. “Hay que volver al horario solar que es aquel que para el ritmo biológico es el más adecuado”, afirma Ignacio Buqueras, presidente de la asociación de racionalización de horarios.Vivir ajeno al reloj de la ‘superproductividad’ capitalista es posible. En Orvieto, Italia, lo demostraron hace ahora 15 años con el movimiento Cittaslow o Ciudad Lenta.
Desde 2006, el pueblo vasco de Mungía es también uno de los 185 que comparten la filosofía de la tranquila en todo el mundo. En este pueblo lo importante es “ir despacio y disfrutar de otro ritmo vital”.
Lo cierto es que de poco sirve atrasar un reloj si con ello anochece antes y las empresas del país siguen teniendo horarios nocturnos muy distintos a los europeos. Cuando se escuchen las ventajas del cambio de hora, hay que pensar que durante milenios el sol ha sido el único y mejor reloj universal.