Ha reconocido en el juicio que golpeó a su expareja con una maza, pero dice que no fue en la cabeza, sino en las manos, o en otros lugares que no recuerda. "Se puso las manos en la cabeza y le di en las manos y luego no me acuerdo dónde, no sé cuántos golpes le di. Fueron dos o tres segundos", así lo ha declarado el acusado de matar a su expareja a martillazos.
Micaela, Su expareja que trabajaba en una clínica privada en Madrid sufrió más de 15 fracturas en el cráneo y quedo inconsciente por los golpes que, asegura, recibió en la cabeza. Por culpa de las heridas ha sufrido secuelas médicas como la parálisis parcial de una mano.
Durante el juicio ha asegurado que 15 días antes de la agresión quiso denunciar al padre de su hijo por malos tratos y amenazas, pero no la dejaron. Él había acudido antes a la comisaría afirmando que ella le acosaba .
A las puertas del juzgado, Micaela ha pedido que "haya más medios" y ha recordado que no le hicieron "ni caso" en la comisaría de Torrejón de Ardoz. "Después de 15 días, él se presentó en mi trabajo y vino a matarme", ha añadido la joven.
Dos policías han declarado que el presunto maltratador reconoció en comisaría que había golpeado a su pareja reiteradamente y que creía que la había matado. La Fiscalía pide para él 12 años de cárcel.