Las tormentas siguen provocando inundaciones. Guardia Civil y vecinos siguen buscando al hombre que desaparecido en Iznalloz, en Granada. El miércoles un testigo vio como la corriente del río arrastraba su coche con él dentro.
En el pueblo vecino de Deifontes, su mujer y su familia, están destrozados. Además, anoche los bomberos también tuvieron que rescatar a un hombre atrapado dentro de un coche en Nules, Castellón.
La búsqueda del desaparecido en el río Cubillas se ha intensificado. Un helicóptero sobrevuela la zona y los servicios de montaña buscan dentro del agua. También los vecinos se han sumado al rastreo, mientras su pareja sentimental pierde la esperanza de encontrarle con vida.
Aquí los destrozos, dos días después, todavía son evidentes. Sobre todo, en campos de cultivo y viviendasEn Castellón, los bomberos han tenido que sacar a un hombre que se quedó atrapado en su coche debajo de un puente.
Además, en Albacete han tenido que desalojar a 80 personas en la urbanización de Aguasol debido a las inundadciones, muchos de ellos tuvieron que ser rescatados de sus casas en lanchas.
La masa de aire en altura responsable de la gota fría que ha entrado en el país sigue afectando a la mitad sur peninsular donde habrá chubascos y tormentas, que serán fuertes en el cuadrante sureste donde hay riesgo amarillo por ambos fenómenos, y, además, seguirá bajando las mínimas hasta dos grados centígrados, según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
En concreto, tendrán activado el riesgo por lluvias de hasta 35 litros por metro cuadrado y por fuertes tormentas que tenderán a remitir al final del día, las provincias de Almería, Granada, Jaén, Málaga, Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Castellón, Alicante, Valencia y Murcia -estas tres últimas en alerta naranja, riesgo importante-, además de la Isla de Ibiza.
Se queja, pero no vive ahí
Cierra la mítica sala Bóveda de Barcelona tras la denuncia de un vecino que ha montado un piso turístico
Cierra la mítica sala Bóveda de Barcelona, un espacio de conciertos que echa el cierre por una polémica denuncia de un vecino, que no vive en la zona. Según él, tuvieron que irse porque no soportaban los ruidos y se vieron obligados a alquilársela a nueve personas.