Un equipo de 17 forenses, dos de ellos con experiencia en odontología y en catástrofes, trabajan a contrarreloj para identificar los cuerpos. Una labor complicada por el estado en el que se encuentran los cadáveres y también porque no todos los pasajeros llevaban la documentación y algunos de ellos se intercambiaron de autocar a última hora.

Cuando estén hechas todas las autopsias, los forenses cruzarán la información con la aportada por las familias para completar la identificación. Después, se iniciarán los trámites de repatriación de los cadáveres. "Se hará los más rápido posible siempre de acuerdo con la voluntad de las familias", explica Jorge Fernández Díaz.

En el autobús siniestrado viajaban estudiantes de al menos 20 países diferentes, volvían a Barcelona después de celebrar las Fallas de Valencia. Las 13 fallecidas son mujeres de entre 21 y 29 años y todas viajaban en el lado hacía el que volcó el autobús.

Un hotel de Tortosa se ha convertido en el cuartel general para los supervivientes y las familias de las víctimas y hasta allí se han trasladado a los 16 estudiantes que han salido ilesos tras el fatal accidente.

Un equipo de psicólogos está con ellos en estos duros momentos. "Han comido un poco, han bebido agua, están juntos, mucho se conocen y muchos no pero están juntos, tienen habitaciones y pueden descansar", explica Montserrat Mas, coordinadora del equipo de emergencias del Colegio Trabajo Social.

Otras 34 personas han resultado heridas en el siniestro y tres de ellas están en estado crítico.