No fue la chimenea. La Guardia Civil y los bomberos que participaron en la extinción del incendio de la casa rural de Burgos descartan que fuese una chispa de la chimenea: estaba cerrada y apagada cuando llegaron. Hablan de un incendio ciego: con mucho humo pero sin llamas. Sus hipótesis son o un cigarrillo, velas o un cortocircuito.

La primera hipótesis de la Guardia Civil va perdiendo fuelle. Los investigadores ya no creen que una chispa de la chimenea fuera la que provocara el incendio en esta casa rural de Tordómar. Uno de los bomberos que participó en el rescate de las víctimas descarta que el origen estuviera ahí: "La chimenea la vimos cerrada y apagada".

La Guardia Civil, que ya ha concluido la fase de recogida de pruebas, baraja ahora otras hipótesis. Un incendio ciego en el que apenas hubo llamas, pero sí mucho humo. La autopsia ha revelado que las seis víctimas murieron intoxicadas por monóxido de carbono y ácido cianhídrico, un compuesto químico letal. La humareda pudo dejarlos aturdidos y desorientados.

Desde la Asociación de Técnicos de Bomberos creen que un simple detector de humo podría haber evitado o, al menos, minimizado la tragedia y exigen un cambio en la legislación. Un aparato que apenas cuesta 20 euros y que puede salvar muchas vidas.