La Guardia Civil ha interceptado un narcosubmarino que transportaba un cargamento significativo de droga con destino a Cádiz. Los narcotraficantes, al verse acorralados, hundieron deliberadamente la embarcación, una estrategia comúnmente empleada para evitar la incautación de la mercancía.

"Ellos, a la hora de lanzarse al agua, lo que hacen es abrir los dispositivos que tienen la inundación del narcosubmarino", ha explicado Manuel González, portavoz de la Guardia Civil de Cádiz. Las imágenes captadas muestran cómo la embarcación se va llenando de agua rápidamente, haciendo inevitable su hundimiento en el fondo del mar.

El destino del cargamento, que se presume es de una cantidad considerable, se ha convertido en una incógnita. La embarcación se encuentra a más de 200 millas de la costa y una profundidad que hace casi imposible su recuperación. "Se verá la probabilidad de si interesa reflotarlo o intentar hacer las pesquisas de dónde ha venido esa embarcación", ha señalado Ricardo Herranz, jefe del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) de Cádiz.

Esta operación recuerda a un incidente similar en 2023, cuando otro narcosubmarino se hundió en la ría de Arousa, en Pontevedra. A pesar de los esfuerzos por trasladar el submarino a tierra firme, no se encontró rastro alguno de la droga, lo que sugiere que los narcotraficantes habían logrado recuperarla previamente.

Las investigaciones también consideran la posibilidad de que esta operación esté relacionada con otra reciente, en la que se incautaron 900 kilos de cocaína tras una persecución de más de seis horas por las costas de Canarias.

Se estima que el narcosubmarino hundido transportaba entre 1.500 y 2.000 kilos de droga, una cantidad considerablemente mayor que la incautada en Canarias. "Era un submarino grande, además", ha afirmado un oficial de la Guardia Civil.