La última imagen de Manuel Mourín con vida se capturó mientras entraba al Hospital Vall d'Hebron, en Barcelona, para hacerse una analítica. Tenía 89 años, y acudió al centro médico por una revisión rutinaria. Sin embargo, desapareció, y tres días después se le halló muerto en uno de los baños públicos.
Según ha narrado su hijo, José Manuel Mourín, a laSexta, tras entrar al hospital, "se ve que él tuvo que ir al lavabo". "Creemos que ahí pudo sufrir una bajada de azúcar", ha afirmado.
Y es que Manuel Mourín era diabético y padecía una insuficiencia renal. Los hechos ocurrieron el pasado miércoles sobre las 13:00 horas. Sin embargo, no regresó a casa.
Sobre las 15:00 horas, la mujer y el hijo de Manuel fueron al hospital: "Nos dijeron que había ido. Esa misma tarde pusimos la denuncia", ha explicado su familiar.
Al día siguiente continuaron sin saber nada, pero consiguieron hablar con la enfermera que le pinchó. "Me dijo que se la hizo y que estaba en perfecto estado de lucidez", ha explicado.
Pero continuaron sin rastro de Manuel. Así, el viernes es la propia familia la que pide a los Mossos d'Esquadra que revisen las cámaras de seguridad del hospital. Así lo hicieron, y cinco horas después les llamaron para que acudieran a comisaría.
El motivo es que encontraron las imágenes de Manuel entrando al centro médico, pero no saliendo. "Nos lo dijeron como en las películas: 'lamentamos comunicaros que vuestro padre está muerto. Lo hemos encontrado en los lavabos'", ha explicado José Manuel Mourín.
Según la autopsia, la causa de la muerte fue un fallo multiorgánico. Sin embargo, sus familiares aún no se explican "cómo es posible que en un hospital público pueda estar una persona más de 48 horas en un lavabo".
Desde el hospital aseguran que revisarán sus protocolos de seguridad para que no se vuelva a repetir, pero para SOS Desaparecidos esto ha sido un cúmulo de fallos en el protocolo, y no solo del hospital.
La familia no culpa ni al hospital ni a los Mossos d'Esquadra del fallecimiento de su padre, pero pedirán que se depuren responsabilidades por el daño a la familia, ya que no pudieron despedirse físicamente de Manuel y tardaron seis días en enterrarlo.