Según afirmaron fuentes
del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, un familiar dio el
aviso de que llevaba varios meses sin tener noticias del matrimonio y mostró su
preocupación por el estado psicológico del hijo de ambos, diagnosticado de
esquizofrenia.
Tras las primeras
investigaciones, los agentes de seguridad indicaron que la muerte de ambos se
había producido de forma natural, y que nunca se notificó su defunción a las
autoridades.
El hijo, de 43 años, fue
trasladado a un hospital local donde verificaron sus problemas psicológicos y
se realizaron las primeras entrevistas con las fuerzas de seguridad en las que
verificó que vivía con los cadáveres de sus padres.
Los cuerpos sin vida de
los ancianos, de cerca de ochenta años, se encontraban en avanzado estado de descomposición
y los dos estaban en la misma habitación dentro de su casa familiar en la localidad
bonaerense de Florida.