Los dos cuerpos han sido encontrados en un pozo en San Vicente de la Cabeza, en Zamora. Los restos ya están en el anatómico forense para realizarles las autopsias. El pozo está a unos 300 metros de una finca, propiedad de los padres del detenido. La policía buscaba ahí después de que Raúl confesase que había acabado con sus vidas y las había enterrado.

El joven de 30 años era la pareja de Adolfina, aunque no era el padre de la niña de 9 años. Todas las personas del entorno cuentan  que sospecharon de él.

La niña mantuvo un contacto con su abuela antes de morir, para comunicarle por teléfono que iba a viajar a República Dominicana, pero nunca llegó a su destino ni su madre fue a trabajar los dos días siguientes. La abuela de la niña denunció la desaparición el 30 de junio, aunque Leonarda ya le había denunciado en enero por malos tratos, casi seis meses antes de la desaparición. 

El matrimonio vive en Madrid aunque acude con frecuencia a San Vicente de la Cabeza, de donde era natural la madre. Según ha contado su alcalde a medios locales, el supuesto agresor había estado en el municipio con su pareja y la niña en verano. Sin embargo, a comienzos de noviembre estuvo él sólo.

Según familiares de Adolfina, la joven nunca denunció Raúl. Adolfina se había quedado viuda hacía tiempo y decidió venir con su hija desde la República Dominicana a Madrid.