La hipótesis que baraja la Policía señala que el hombre, ya detenido, había escrito una carta en la que daba a entender que se suicidaría, aunque después cambió de opinión. De hecho, en la carta decía que no quería ser una carga para nadie y que dejaba a sus hijos y a su expareja, con la que ya no convivía desde hace mes y medio, libres. Las mismas fuentes han señalado también que, según se desprende de las declaraciones de los allegados, el hombre maltrataba a la madre de sus hijos, aunque ésta nunca presentó denuncia.
El suceso tuvo lugar en torno a las doce y media de la noche en el segundo piso del número 12 de la calle de Pedro Martínez, en el distrito madrileño de Carabanchel, donde Jorge Diego C.A., de nacionalidad uruguaya, degolló a su hijo más pequeño y clavó un cuchillo en la espalda al de 5 años. Al parecer, el agresor le pidió a su expareja, Verónica C., de nacionalidad ecuatoriana y con la que ya no convivía, quedarse ayer con los niños, a lo que ella accedió.
En torno a las doce de la noche, Jorge Diego llamó por teléfono a la madre de los niños y ésta se percató de que el hombre estaba borracho, por lo que decidió ir al domicilio de él acompañada de su hermana y una amiga. Cuando llegaron a la casa, el bebé ya había fallecido, en tanto que su hermano tenía un cuchillo clavado en la espalda y fue evacuado al hospital 12 de Octubre, donde permanece ingresado en estado grave, aunque no se teme por su vida.
El cuerpo del bebé se encuentra en el Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia, en tanto que la madre ya ha sido dada de alta en el hospital 12 de Octubre, donde ha permanecido ingresada en observación por una fuerte crisis de ansiedad, al igual que su hermana, que todavía sigue en el centro hospitalario.