La calificación del fiscal señala que el procesado, J.P.M., inició en septiembre de 2015 una relación de noviazgo con una menor que tenía en ese momento 14 años, frente a los 21 del procesado.
A partir del mes siguiente -continúa- insistió con "ánimo libidinoso" para que la víctima le enviase fotos íntimas a través de WhatsApp. Finalmente, la adolescente le remitió una fotografía en ropa interior y tras recibirla, J.P.M. le habría exigido que le mandara más, negándose la víctima a ello.
El fiscal mantiene que ante esto le dijo de forma "violenta e intimidante" expresiones como: "Eres una puta, zorra, me cago en tus muertos, van a ver lo zorra que eres cuando mande tus fotografías, asquerosa".
Algo que provocó "desasosiego y angustia" en la adolescente, que temía que el procesado pudiese publicar la imagen. El Ministerio Público sostiene que ante el reclamo reiterado del acusado para que se hiciese más fotos y se las mandara, la víctima le envió seis imágenes más en las que mostraba sus partes íntimas.
"Mediante esta conducta del acusado, pasó vergüenza y humillación, poniendo a su disposición de manera continua desde septiembre a diciembre de 2015 varias imágenes suyas con exhibición de sus órganos genitales femeninos, ante el temor de que le arruinara la vida y viéndose obligada a ser su novia", dice el fiscal.
Añade que en paralelo a esto, el procesado le envió con "propósito impúdico" a la menor durante la tarde del 12 de octubre de 2015 nueve fotos de sus genitales en erección en el "contexto de una conversación altamente sexual".
Incide la Fiscalía en que a consecuencia de la supuesta conducta del procesado, quien habría actuado "siendo conocedor de la corta edad" de la víctima, ésta presenta un trastorno adaptativo mixto con ansiedad y un estado de ánimo deprimido.
El Ministerio Público considera al acusado autor de un delito de coacciones en el ámbito de la violencia sobre la mujer, así como de un delito continuado de material pornográfico agravado, por los que reclama siete años y ocho meses de prisión. Interesa a su vez doce meses de cárcel por un delito de exhibición de material pornográfico, por el que también reclama que se le imponga la medida de libertad vigilada durante cinco años.
Por último, el fiscal solicita que el acusado participe en programas formativos de educación sexual y similares durante diez años.
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