Un hombre ha sembrado el pánico en un tren de Rodalies, en Barcelona. Según se ha podido saber, uno de los pasajeros que viajaba en él ha arrancado los martillos de seguridad del convoy y ha comenzado a golpear las ventanas.

Otros pasajeros han confundido este ruido con disparos y, aterrados, han empezado a correr de un lado para otro al grito de "hay una pistola", sembrando el pánico entre los demás. Tanto, que una de las viajeras ha tirado de la palanca para detener el tren, que ha parado cerca de la estación de Canet de Mar, también en Barcelona, y decenas de personas han bajado huyendo despavoridos por las vías.

El causante de todo ese revuelo fue un hombre que, en vez de un arma, lo que utilizó para amenazar a los viajeros fueron dos martillos de emergencias que arrancó del propio tren y con los que golpeó los cristales.

El hombre está detenido y, según la investigación, podría haber consumido varias sustancias. Además, cuenta con antecedentes policiales.