El obispo de Beauvais -en cuya diócesis vive la monja-, Jacques Benoit-Gonnin, declaró "el carácter prodigioso, milagroso" y "el valor de signo divino" de la curación de Bernadette Moriau, "obtenido por la intercesión de la bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora de Lourdes", según un comunicado.
Una declaración decidida al término de un procedimiento abierto por la Oficina Médica Internacional de Lourdes, que había establecido que el restablecimiento de Moriau "se mantiene inexplicado en el estado actual de los conocimientos científicos".
Esta francesa de 78 años, que es monja franciscana desde los 19, sufría de problemas lumbares y ciáticos desde 1966 que degeneraron en déficit neurológico en 1987, lo que desde entonces prácticamente le impedía caminar.
Según el relato de la diócesis de Beauvais, en julio de 2008 hizo una peregrinación al santuario de Lourdes coincidiendo con el 150 aniversario de las supuestas apariciones allí de la Virgen.
A la vuelta a su comunidad religiosa en Bresles, en la tarde del 11 de julio de ese año se puso a caminar sin ayuda y de forma totalmente autónoma. Benoit-Gonnin justificó la calificación de milagrosa para esos hechos porque el restablecimiento fue "repentino, instantáneo, duradero" y sin explicación médica.