La negativa de la comunidad de Madrid a abrir comedores escolares en verano ha llegado hasta la Fiscalía de menores. Según la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) "supone una dejación de funciones intolerable y vulnera los derechos constitucionales de los menores".

Por eso, los padres y madres de alumnos han pedido que se abran diligencias para determinar si existe un posible delito contra los menores afectados. "Hay casos concretos, cuantificados un mínimo de 50.000 niños y niñas en Madrid, que no tienen una comida decente al día", ha señalado José Luis de Pazos, presidente de la FAPA Giner de los Ríos.

En la denuncia, los padres dicen también que la Comunidad deja la atención a los menores en riesgo de exclusión en manos de las organizaciones de caridad. "Hemos notado un incremento en las necesidades familiares y hemos abierto más programas", asegura Miguel Pérez, de la fundación Balia.

En medio de la polémica, el Ayuntamiento madrileño ha optado por una vía intermedia: no abrirá comedores pero dará comida a domicilio cuando se detecten necesidades. Otros ayuntamientos de la región, como el de Ciempozuelos, ya han anunciado que mantendrán algunos comedores escolares abiertos todo el verano.