Igor el Ruso ha declarado entre un impresionante dispositivo de seguridad. El acusado de los asesinatos de dos guardias civiles y un ganadero ha asegurado ante el juez que "no quería matarles": "Si hubiera podido salvar mi biblia de otra manera, esas dos personas -Víctor Romero y Jesús Caballero- estarían vivas".
El presunto autor del tiroteo en el que los dos agentes recibieron 17 balazos ha explicado que si hubiera querido matarlos, "aunque había poca luz, hubiese hecho una ráfaga en la cabeza".
Igor el ruso incluso se ha levantado dentro de la cámara de seguridad en la que ha declarado para explicar cómo fue exactamente el tiroteo: "Disparé cara a cara", afirma. Además, lo hizo con las dos manos a la vez.
Tras ello, el acusado ha reiterado que después huyó. Por entonces, afirma, respiraban. Así ha continuado relatando que cuando se fue se llevó sus armas y sus mochilas sin saber que dentro estacan sus móviles.
En su testimonio, Igor el Ruso ha insistido varias veces que si hubiera tenido su biblia no les habría matado y, al ser preguntado por la peculiaridad de la misma, ha reiterado que la biblia "no es más que nuestro cuerpo, un contenedor", pues "nuestra alma es inmortal".
A la hora de justificar la muerte del ganadero José Luis Iranzo, el acusado ha asegurado que entró en la casa por una puerta que estaba abierta y que fue descubierto: "Simplemente me tenía que ir y me quedé atrapado. Si hubiera llegado tres minutos más tarde yo no habría estado".
Además, Igor el Ruso ha negado padecer ansiedad. Una enfermedad, ha dicho, "para débiles". Sin embargo, se ha justificado afirmando que estuvo en Serbia en el 1999, donde vio morir a mucha gente, algo que "le afecta".
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