Según las investigaciones realizadas, el origen del mismo estaría en las prácticas de tiro que esa misma mañana realizaban en la zona unidades militares. Estas prácticas, como es habitual, contaban con el correspondiente dispositivo de protección, que no fue suficiente para contener las llamas debido a la sequedad del terreno y el fuerte viento reinante.
Inmediatamente la Ciudad Autónoma procedió a activar el Plan de Incendios Forestales, decretando inicialmente el nivel de alerta 1, siendo elevado al 2 ante la magnitud del incendio. El Área de Coordinación de Emergencias-Protección Civil y el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento acudieron al lugar con todos los efectivos disponibles.
Su labor fue complementada con medios aéreos con la llegada de dos helicópteros del MAGRAMA, uno procedente de Cádiz y el otro de Murcia mientras que por la tarde la Unidad Militar de Emergencia, procedente de Morón, llegó a la ciudad para colaborar en las tareas de extinción.
Ante la cercanía de las llamas a algunas viviendas de la barriada de Postigo fueron desalojadas a mediodía, como medida preventiva, así como los más de 700 residentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes. Según las estimaciones provisionales del Servicio de Extinción de Incendios la zona afectada por el fuego alcanza las veinticinco hectáreas, aunque hasta hoy no se podrá concretar con exactitud la superficie quemada.
El presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, ha estado esta misma mañana en la zona para comprobar las tareas de extinción que todavía se mantienen activas con la presencia de un helicóptero. Durante la madrugada se temió que el incendio se reavivara debido al viento, aunque finalmente las llamas han podido ser controladas.