La conselleira, Rosa Quintana, dijo tras visitar este lunes la zona afectada que el peligro había pasado y que habían ardido unas 500 hectáreas en el fuego que se inició en la tarde del domingo en el municipio de Quiroga, en la parroquia de Vilanuíde, y que afecta al ayuntamiento de Larouco, en la parroquia de Seadur.

Además, el nivel Nivel 1 de alerta ha sido desactivado a mediodía. En total han trabajado en la zona, según los datos de la Xunta cuatro técnicos, 29 agentes forestales, 69 brigadas, 26 motobombas, dos palas, nueve helicópteros, ocho aviones y efectivos de las unidades militares de extinción (UME).

Se trata del peor incendio de Galicia de este verano, donde efectivos de Ourense y Lugo han aunado sus esfuerzos durante la noche para luchar contra el fuego que ya ha devorado unas 500 hectáreas de monte. El incendio empezó a media tarde el domingo en Quiroga, en Lugo, y dejaba una inmensa columna de humo que amenazaba a varias poblaciones de la provincia de Ourense.

La alarma se disparó cuando las llamas se acercaron peligrosamente a la localidad de Seadur. Fue en esa localidad donde empezó el desfile de efectivos que llegaban y los vecinos, nerviosos, empezaron a marcharse. En total, han participado en las labores de extinción hasta 16 medios aéreos, 36 brigadas, 19 motobombas  y 60 militares de la UME. Joaquín Bautista, el alcalde de Larouco, una de las localidades afectadas, señala que el momento donde más cundió el pánico fue cuando el fuego comenzó a acercarse a las viviendas.

Casi un centenar de vecinos, los más mayores, fueron desalojados de sus casas y trasladados a localidades cercanas. Otros, con el miedo metido en el cuerpo, tomaron la decisión de irse por voluntad propia. Las llamas quemaron varios viñedos, cables telefónicos, conducción de agua y bosques de alcornoques y pinos.A lo largo de la mañana los desalojados pudieron volver a sus casas.