La pelea comienza por un rifirrafe entre una camarera y dos turistas. La tensión aumenta. El peor momento, cuando una de ellas coge un cuchillo. Con él, amenaza a todos los que estaban en el bar. Es otro cliente quien le coge la mano y le retira el cuchillo.

Entre todos, intentan echar a las dos, pero la pelea se traslada a la terraza. Aquí ya se calman y llega la Policía. Atónitos quedan los dueños de los bares colindantes al ver las imágenes grabadas con un móvil.

Hoy, en el mismo bar, vuelve a reinar ya la calma que caracteriza a la ciudad.