Un módulo de intervención rápida del Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil, compuesto por unos cuarenta agentes, sale hacia Melilla para reforzar la seguridad en la frontera ante la presión migratoria que sufre la ciudad autónoma. De momento, no se ha previsto la fecha de retorno de estos agentes, que se suman al actual dispositivo, que también conforman efectivos de los GRS.

La decisión del Ministerio de Interior se ha adoptado después de que más de 200 inmigrantes hayan conseguido acceder a Melilla tras un asalto violento a la valla fronteriza, en lo que supone la mayor entrada de subsaharianos a la ciudad autónoma desde 2005, el año de las avalanchas. La entrada se ha producido sobre las 6.00 horas en la zona próxima al arroyo de Beni Enzar, junto al principal puesto fronterizo que separa la ciudad autónoma de Marruecos.

"Las mafias que trafican con ellos se enteran que los guardias civiles no van a poder utilizar determinados medios antidisturbios, se produce un efecto llamada y ocurre que van a seguir entrando cientos de inmigrantes" dice Miguel Marín, vicepresidente del gobierno de Melilla.

La de hoy ha sido la tercera entrada masiva de inmigrantes en apenas once días y la quinta en lo que va de año. Este refuerzo de la seguridad en la zona se suma al que se acordó para Ceuta después de la tragedia que el pasado día 6 costó la vida a quince inmigrantes que intentaban alcanzar a nado la playa de El Tarajal.