Pantoja regresa a la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra, Sevilla, donde cumple una pena de dos años por blanqueo de capitales, después de peremanecer  veinte días ingresada a casusa de la enfermedad renal que padece.

La cantante ha llegado al centro penitenciario desmejorada por su estancia en el hospital y ahora tendrá que seguir una dieta alimenticia rigurosa así como un tratamiento médico para controlar los valores médicos de los riñones, han apuntado fuentes penitenciarias.

Pantoja tenía que haber regresado a la cárcel el 5 de agosto tras un permiso ordinario de siete días, aunque un día antes ingresó en el hospital aquejada de una nefropatía diabética, una enfermedad renal que es responsable de cerca del 30 % de los enfermos en diálisis periódica así como la primera causa de trasplante renal en los países occidentales.

Cuando ingresó en el hospital, desde el juzgado de vigilancia penitenciaria se le concedieron a la cantante hasta tres permisos extraordinarios de siete días por enfermedad. El último de ellos no ha llegado a los siete días, que se cumplían a las doce de la noche de mañana, porque su estado de salud ha mejorado.

Para concederle estas salidas, el juzgado de vigilancia penitenciaria ha tenido en cuenta la opinión de los médicos forenses que han visitado a la cantante en el hospital, que recomendaron su internamiento sanitario. La Justicia también impuso a la cantante una multa de 1,14 millones de euros por los mismos hechos, de los que ha pagado 347.000.