En algunos barrios de Barcelona están ya acostumbrados a ver jabalíes por la calle y, aunque parecen cerditos adorables, son animales salvajes. Según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona, han empezado a atacar personas porque les damos demasiadas confianzas.
La expertos han detectado que cuando un jabalí prueba la comida de los humanos, su basura o las humedades de nuestros jardines ya no quiere ni a tiros el alimento seco del monte.
Así que entran cada vez más en la ciudad, se acostumbran a la gente y, según este estudio, nos pierden el respeto. De comer lo que encuentran han pasado, dicen, a exigirle a la gente que ven con comida.
"La superpoblación de jabalíes tiene que ver con la desaparición de su mayor depredador, que es el lobo. Además, al lado está el ser humano, que genera una cantidad de residuo, que le beneficia tremendamente", explica el ecologista Luis Miguel Domínguez.
Los conejos no entran en la ciudad para comer, no les hace falta porque ya viven a mesa puesta en los cultivos. Madrid y Castilla-La Mancha llevan meses sufriendo una plaga. "Se han comido las hojas, las uvas y ahora, a los sarmientos", comenta un agricultor.
Con ellos pasa lo mismo que con el jabalí, que nos estamos cargando a sus depredadores. "Zorros, garduñas, animales que se comen a los conejos. Pero no porque sí, lo hacen, entre otras cosas, para equilibrar un ecosistema que todos necesitamos", aclara Domínguez. Hay 274 municipios manchegos en emergencia por la invasión de conejos.