La hija de la pareja no ha podido esconder su enfado al conocer que sus padres realmente eran hermanos. "No hay suficientes palabras para describir cuánto les odio", ha comentado muy afectada.
El motivo que le llevó a descubrir el parentesco real fueron las sospechas, a raíz de un comentario de su tía, de que su padre realmente no lo era. Tras más de dos años de profunda investigación, descubrió lo que buscaba: las pruebas de ADN dejaron claro que su padre era otro hombre con el que su madre tuvo un affaire.
Robin Price, el hermano de su madre, reconoció que el romance no debió producirse pero se defendió asegurando que no conoció a su hermana hasta la edad adulta y, cuando descubrieron que eran familia, ya estaban enamorados: "Supongo que, al mirar hacia atrás, no deberíamos haberlo hecho".