Un joven de 22 años se enfrenta a siete años de prisión por controlar a su novia, a la que regaló un móvil con un programa espía instalado que le permitía acceder en todo momento a su ubicación, así como a todo el contenido de su dispositivo telefónico incluidas las contraseñas.
Según el escrito de calificación provisional el joven es "celoso, posesivo y manipulador". Comenzó a salir con otra joven con la que mantuvo una relación desde octubre de 2014 hasta julio de 2015. Durante este tiempo, sostiene la Fiscalía, "ha humillado y vejado, así como controlado y aislado a su pareja".
A tal punto llegó su deseo de control que "para conseguir su propósito de saber siempre dónde estaba, qué iba a hacer y con quién y de qué hablaba, le instaló un sistema espía en el móvil que le regaló". Dicho programa le daba acceso a todo el contenido del móvil, desde las conversaciones telefónicas que podía grabar, sus mensajes de correo y de 'Whatsapp', hasta fotos, ubicación y contraseñas.
Tal fue la situación de control, que la joven pareja llegó a sospechar que en todo momento el acusado conocía cada uno de sus pasos. La relación, según Fiscalía, llegó a ser "insoportable". Aunque cada vez que la joven intentaba romper, su novio le pedía perdón y la amenazaba con suicidarse si ella le abandonaba.
Finalmente, en julio de 2015, la joven se dio cuenta de que tenía instalado un sistema espía en el móvil y optó por acabar con la relación. Días después de haber roto, según el Ministerio Público, el acusado comenzó a amenazarla para que le entregara el teléfono móvil.
Se queja, pero no vive ahí
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