Un joven roba dinero de la caja, el móvil de la dependienta y una botella de licor en una tienda de Barcelona pero, sin querer, se entrega a la policía tras perder su móvil.

El joven había entrado en la tienda y tras disimular que hablaba por teléfono sacó un cuchillo para amenazar a la dependienta y así hacerse con el botín. Tras cometer el atraco, salió corriendo de la tienda y la dependienta salió detrás de él pero de lo que no se dio cuenta el ladrón es que al darse a la fuga se le cayó su propio móvil del bolsillo de su pantalón.

Los propietarios de la tienda encontraron el móvil creyendo que era el robado pero resultó ser el del propio ladrón. Al darse cuenta el atracador que se había extraviado su móvil pero sin caer en que había perdido el móvil en la misma tienda que robo, llamó a su teléfono pero ya estaba en posesión de los Mossos d'Esquadra.

Tal y como señalan los Mossos, "el ladrón se hizo pasar por un ciudadano ejemplar y quiso quedar con él para que se lo devolvieran pero al final se presentó esta persona, se le identificó, se le registró e iba con todo el botín" y lo calificaron como la "detención más fácil de la historia".

Encontraron un total de 700 euros que había robado, el cuchillo y la botella de lícor en la mochila. Además, el jóven de 25 años no contaba con antecedentes y está a la espera de pasar a disposición judicial.