Un juez ha imputado a 12 policías que entraron en una vivienda sin autorización judicial de una patada en la puerta. Supuestamente, se celebraba una fiesta en pleno estado de alarma.

Sin embargo, cinco hombres denunciaron que la Policía les había agredido provocándoles contusiones, hematomas y, a algunos, roturas de labios.

La versión de la Policía dista de esa otra. Afirma que acudieron al domicilio, situado en el barrio madrileño de Villaverde, la madrugada del 9 de diciembre de 2020 porque había una reyerta, un bebé llorando y una mujer que llegó a gritar por la ventana que la iban a matar.

Los denunciantes aseguran que dicha mujer, esposa de uno de ellos, estaba durmiendo en ese momento. Según los agentes, la actitud de los jóvenes, afectados por sustancias estupefacientes y violentos, fue chulesca.

Se negaron a colaborar y les lanzaron insultos como "madero de mierda" o amenazas: "Porque tenéis pistola. Yo también puedo conseguir una. Ya os buscaré". Sin embargo, Luis Mora, uno de los denunciantes, asegura que habló con ellos "tranquilamente".

Los policías insisten en que se les negó la entrada y que incluso a un agente se le pilló el pie violentamente con la puerta, que se vieron obligados a actuar para proteger a la mujer y al niño y pidieron refuerzos que fueron recibidos a botellazo limpio.

En el otro lado, relatan una actuación policial violenta con allanamiento de morada incluido. "Me rompieron las gafas, a todos nos pegaron", ha expresado el joven.

Ahora, 12 de los policías están imputados por esta actuación en Villaverde, y otros seis están siendo investigados una irrupción en domicilio durante el estado de alarma por una fiesta ilegal.