Los vecinos de Angrois que auxiliaron al maquinista del tren accidentado en Santiago, han sido citados a declarar como testigos.

Evaristo declarará como testigo ante el juez, el próximo jueves 8 de agosto. Él fue uno de los primeros en auxiliar al maquinista tras el accidente y recuerda bien cuáles fueron sus primeras palabras.

"Me quiero morir, me quiero morir, no quiero ver estos. Hubiera sido mejor que hubiese muerto yo", dice repitiendo las palabras del maquinista.

El magistrado Luiz Alaez ha citado a declarar en los próximos días a todos los que ayudaron y custodiaron al conductor tras el siniestro.

La policía volverá a inspeccionar con perros los restos del tren, en busca del ipad y del móvil corporativo del maquinista, el mismo con el que mantuvo la conversación con el interventor segundos antes del accidente. Una llamada que el revisor negó haber realizado hasta en tres ocasiones.

Este lunes ha tenido lugar la primera reunión de la comisión de expertos, creada por Fomento para mejorar la seguridad de la red ferroviaria.

En seis meses, esta comisión compuesta por profesionales del sector deberá tener listo un informe con recomendaciones para evitar que se repita una tragedia como la de Santiago.

Desde los sindidatos de maquinistas, tienen claro los aspectos que se deben priorizar. "Esa comisión lo que tiene que analizar es en qué condiciones estaban esas instalaciones y qué era lo que faltaba en ese trayecto que hubiera evitado lo que ha ocurrido", dice Juan Jesús García Fraile, secretario general del sindicato de maquinistas.

"No podemos dejarlo en quíen fue el culpable", añade García Fraile.

Dos kilómetros y medio antes de la curva donde tuvo lugar el accidente, Adif ha instalado una baliza para frenar de forma automática cualquier tren que circule a más de 60 kilómetros. Es el mismo sistema de seguridad que se instala en las entradas a las estaciones.

"Si no hubiera ocurrido ningún accidente no estaríamos hablando, ni nos estaríamos planteado ninguna mejora", dice Raúl Herrero, experto en el sector ferroviario.

Justo antes de la curva de A Grandeira, los responsables de mantenimiento también han colocado una señal que limita el paso a 30 km/hora. Se trata de un cartelón provisional que limitará la velocidad hasta que se restablezcan las condiciones idóneas de la vía.