Alertamos de que el contenido de esta noticia puede herir la sensibilidad de los lectores:
Un pequeño hotel del sur de Gales se convertía en 2014 en el escenario de un macabro y truculento crimen que dejaba conmocionado al pueblo de Argoed. Ahora, un tribunal intenta aclarar los hechos.
Matthew Williams, un hombre de 34 años, fue sorprendido a la una de la madrugada devorando el rostro de una mujer a la que había invitado previamente a tomar una copa. La madre de Williams denunció cómo era posible que soltaran a su hijo de prisión sin medicación cuando padecía esquizofrenia, y había dicho en varias ocasiones que escuchaba voces.
Fue la llamada de la dueña del hotel, Mandy Miles, la que alertó a la Policía del suceso. Según recoge el diario 'The Sun', en la llamada a Emergencias, Miles explicaba que Williams estaba "masticando la cara" de la joven: "Le ha metido un destornillador en su cara. Se la está comiendo, sus ojos, su cara... es horrible".
Matthew conoció a la chica un par de semanas antes del asesinato, y desde entonces no consiguió sacársela de la cabeza hasta que la invitó a tomar una copa y ella aceptó.
Cuando los agentes llegaron a la habitación, el agresor intentó escapar y tuvieron que inmovilizarle con una descarga eléctrica, lo que le provocó la muerte.