Sergio Morate, el presunto autor del doble crimen de Cuenca, será extraditado a España para ser juzgado aquí. Lo ha autorizdo el Alto Tribunal Rumano. Morate insiste en que no mató a Marina y a Laura y alega que aquí su vida corre peligro. En menos de diez días será entregado a la policía española.
El recurso que presentó la abogada de Sergio Morate para frenar su extradición carece de fundamento. Es la razón que el juez de Rumanía ha alegado para aprobar su entrega a España. La Policía Nacional tiene diez días para proceder a su traslado.
El presunto asesino de Marina y Laura se ha vuelto a sentar en el banquillo, esta vez, en la Alta Corte de Bucarest. Allí Morate se ha opuesto a su extradición y ha intentado convencer al juez.
Alegó tres razones para convercer al juez: el principal sospechoso ha reiterado su inocencia, confiesa que teme por su vida, y Sergio cree que la repercusión mediática de su caso influirá en la justicia.
Asegura que en España todo el mundo lo considera culpable. Y va más allá, acusa a la Policía de pinchar el teléfono de su madre. Denuncia que todas las conversaciones que ha mantenido con ella durante su detención han salido a la luz.