El acceso a la sanidad pública es más difícil para un andaluz que para un vasco. Los expertos identifican una brecha sanitaria en España tras la que ven una decisión política. "Cada Comunidad Autónoma es la que decide el presupuesto que destina a sanidad, hay unas comunidades que son más sensibles a los servicios públicos que otras", declara portavoz de la Federación de asociaciones de defensa de la Sanidad Pública.
Las comunidades que más gastan por habitante son Asturias, País Vasco y Navarra, que superan los 1.500 euros. Las que menos, Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía, donde el presupuesto es de 1.048 euros. Estos datos suponen una diferencia del 51% que los sindicatos andaluces atribuyen a los recortes. Según la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios CCOO, "en el año 2010 había un presupuesto en torno a los 9.800 millones de euros y en 2016 el presupuesto es 1.000 millones inferior".
Otra variable es el número de camas en los hospitales. La que más tiene es Cataluña y las que menos Andalucía y Castilla La Mancha. La brecha, en este caso, es del 71%, pero el Servicio Andaluz de Salud no cree que haya una carencia, ya que según su gerente, "alrededor del 80% de los ciudadanos que utilizan el sistema, lo valoran muy positivamente".
Además, las diferencias también se notan en el número de quirófanos. La comunidad que más tiene en relación a sus habitantes es Navarra, un 70% más que Castilla La Mancha, a la cola con algo más de siete.
Por su parte, los médicos vascos aseguran que ha habido recortes de personal, pero que la situación del sistema es buena.
Las asociaciones de defensa de la Sanidad Pública detectan un retroceso generalizado en los servicios, aunque el gasto va recuperándose poco a poco.