La liberación de Jordi Magentí, el único sospechosos del crimen de Susqueda, abre la puerta a nuevas hipótesis sobre lo que ocurrió con Marc y Paula. Los Mossos se centran ahora en localizar a un ciudadano francés que estuvo en el lugar el día del crimen y que inicialmente fue descartado como sospechoso.
Los Mossos buscan a un ciudadano francés, sospechoso del asesinato de Marc y de Paula. Lo hacen a petición de la Audiencia de Girona que propone otras vías de investigación. El nuevo sospechoso fue ubicado por varios testigos en la zona del pantano de Susqueda el día de la muerte de los jóvenes. Los investigadores tratan de localizarlo, aunque está en paradero desconocido.
Los cadáveres de Marc y Paula y el coche en el que viajaban aparecieron sumergidos en el pantano, semanas después de su desaparición. Los cuerpos habían sido lastrados con piedras para que no llegaran a la superficie. Jordi Magentí ha sido el único sospechoso del caso hasta ahora.
Las pruebas de ADN han sido determinantes para que pueda abandonar la cárcel. No hay restos biológicos de Marc y Paula en la ropa de Magentí, además la Audiencia también cuestiona el lugar del asesinato por la piedra que apareció en la mochila de Marc, que podría pertenecer a tres escenarios diferentes.
Magentí estuvo ese 24 de agosto en las ruinas de la Rierica, él mismo lo ha reconocido, pero si el crimen finalmente no se cometió allí y el ADN no coincide, no existen pruebas sólidas para mantenerlo en prisión.
Magentí disfruta de su libertad, aunque de momento sigue siendo el principal sospechoso del caso. Se le ha retirado el pasaporte y tendrá que presentarse en el juzgado dos veces al mes.
Todo esto abre la posibilidad de un nuevo sospechoso. Habría llegado al pantano sin vehículo y sin móvil. Se habla de un ciudadano francés, al que unos pescadores vieron correr por el pantano y que está en paradero desconocido.
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