Partir las brochas y esponjas de maquillaje por la mitad se ha hecho viral en las redes sociales. Lo hacen para comprobar si los utensilios que cada día nos llevamos a la cara están libres de bacterias.

Hay quienes se libran, pero otros se llevan una sorpresa al ver que en sus brochas sí que hay hongos. Descuidar la limpieza de estas herramientas puede generarnos graves problemas en la piel, como "acné o incluso algunas dermatitis como eccemas o dermatitis seborreicas", indica la dermatóloga Paloma Borregón.

Entre las cerdas se acumulan las bacterias, células muertas, restos de piel y residuos de otros productos usados. Además, unos de los errores más comunes es no dejar que se sequen adecuadamente, pues normalmente, tendemos a guardarlas húmedas y en un lugar cerrado, lo que genera el hábitat perfecto para la proliferación de hongos y bacterias.

Un estudio realizado en 2023 por la marca Spectrum, revelaba que, en muchas ocasiones, estas herramienta de maquillaje pueden estar más sucias que un inodoro. Por eso, la experta recomienda "lavarlas cada vez que las utilicemos" o, al menos, una vez a la semana.