Quince inmigrantes de origen subsahariano han llegado a Melilla a bordo de una patera, la segunda que arriba a la ciudad en menos de 24 horas. Según ha informado la Delegación del Gobierno en una nota, los quince inmigrantes, entre los que había una mujer menor de edad, han llegado al puerto comercial de la ciudad, a la altura de un antiguo faro.

La embarcación, de color negro y cinco metros de eslora, fue avistada por el servicio de vigilancia fronteriza de la Guardia Civil cuando se aproximaba ya al puerto. La lancha, en la que había una garrafa con gasolina, se encontraba semihundida, parcialmente rajada y sin motor, bien porque se desprendiera en el trayecto hacia Melilla, bien porque los propios inmigrantes lo tirasen al agua.

Los inmigrantes la abandonaron por su propio pie y salieron corriendo por las instalaciones portuarias, donde fueron interceptados por los agentes del instituto armado. Con la ayuda de la Cruz Roja, la Guardia Civil les prestó atención y primeros auxilios, les facilitó ropa seca y mantas, y sólo dos de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital con síntomas de hipotermia leve, aunque ya han sido dados de alta.

Una  vez interceptados, salvo los trasladados al centro hospitalario, fueron conducidos a la Comandancia de la Guardia Civil, para proceder a su identificación y posterior traslado a la Jefatura Superior de Policía, en cumplimiento de la Ley de Extranjería y antes de poder ingresar en el Centro de Estancia Temporal (CETI).

La menor ha quedado bajo la tutela de los servicios asistenciales de la Consejería de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma. La presión migratoria sobre Melilla es extrema, tanto por tierra como por mar, ya que la ciudad autónoma ha vivido en las últimas semanas varios asaltos a la valla, así como entradas en patera y en doble fondos de vehículo e incluso en el interior de una maleta.

El CETI vive una situación complicada, ya que se encuentra casi al triple de su capacidad, lo que ha obligado a instalar distintas tiendas de campaña para dar cobijo a los últimos subsaharianos que han entrado.