Abbas está herido, tiene un esguince en el pie que se hizo saltando la valla de Melilla. La valla que le separa, está convencido, de un futuro mejor, en España.

Escapaba del hambre, de la miseria. Estuvo 2 años viviendo en el monte. A la intemperie. En el camino fue testigo de la brutalidad de la policía marroquí con una mujer que también intentó saltar. "la policía marroquí pegó a la mujer, la llevaron al hospital y no sabemos si sigue con vida", explica Abbas.

La noche la ha pasado en el Ceti. Sin nada. Ni siquiera dinero para hacer una llamada y decir a su familia que lo ha logrado. También lo consiguió Abdulah. Él ya lleva 2 años en Melilla. Vino a España huyendo de la guerra de su país, Mali. Y está muy agradecido a la ciudad. Esperó en el Monte Gurugó hasta que pudo saltar la valla. Fue muy duro. "No es fácil cruzar la valla, son siete metros multiplicados por tres vallas, hay que actuar rápido y con mucha fuerza, porque tenemos mucha presión de la policía de Marruecos".

Alain Pascal consiguió entrar en Ceuta el año pasado, en septiembre.  En este 'ataque masivo' como él lo denomina junto a otros 90 inmigrantes. Lo intentaron 400. Entró a nado. Y es consciente de que tuvo mucha suerte, no como otros 15 inmigrantes que han perdido la vida estos días en el Tarajal.En Camerún ha dejado un hijo, mujer, hermanos y madre. Toda la familia. Sólo busca un futuro mejor. "La vida no es fácil en nuestro país, en Europa tampoco, pero aquí hay más oportunidades".