Un total de 250.000 personas en España no disponen de ninguna ayuda a pesar de tener reconocida una discapacidad. Entre las prestaciones de la Ley de Dependencia, la que menos se da es para asistentes personales. Unos trabajadores que denuncian situaciones precarias, muchas horas de trabajo por poco salario.
Antonio tiene un grado tres de discapacidad y por eso necesita a un asistente personal a diario. "Me permite hacer mi vida como cualquiera. Organizar mis ritmos, mis tiempos, qué quiero hacer cada día. La ayuda material del asistente personal, que se convierte en mis manos, permite que eso se realice", explica
Quien le asiste es Iñaki. Pero no solo en el domicilio, también en el trabajo, en su vida privada. "Apoyo para levantarse, aseo personal, para comer, todo aquello que el necesita apoyo", explica el trabajador.
La Ley de Dependencia establece varios tipos de servicios como la prestación por cuidados familiares, la ayuda a domicilio o esta: la figura del asistente personal.
Desde Predif, la asociación en la que trabaja Myriam, denuncian que es la prestación que menos recursos percibe dentro de la Ley. "Del total de personas que tienen reconocido algún grado de discapacidad, solo el 0,53% se beneficia de la prestación del asistente personal", explica Myriam.
Si lo comparamos con otros servicios, a fecha de 31 de marzo de este año se concedieron casi 240.000 prestaciones de ayuda a domicilio, 409.000 para cuidados familiares, pero solo 1.118 prestaciones de asistencia personal.
Los asistentes personales denuncian condiciones precarias
Pero, además, según los propios asistentes personales, el sector está precarizado. Jesús es asistente y explica que trabaja 30 horas semanales por las que cobra 450 euros. "Es lo que pago por ser autónomo. Realmente te piensas si te merece la pena trabajar por ese mínimo salario", explica.
Exigen una equiparación y un salario digno. "Con nuestro trabajo colocamos a las personas en el mundo, que están apartadas, y llenamos el mundo de diversidad", reivindica Iñaki.
Por su parte, Antonio, insiste en la importancia de estos trabajadores: "Si no tienes acceso a tu propio cuerpo, si te ves condenado a estar inmovilizado en tu domicilio ninguno de tus derechos humanos puede ser real".
Por eso, los asistentes personales reclaman su reconocimiento, sus derechos, para que, a su vez, se puedan cumplir los de las personas dependientes.