Nos subimos en un buque de salvamento marítimo y desde el principio la tensión es máxima: nos encontramos con una patera con casi 60 migrantes a bordo y para rescatarles solo tres personas.

Tienen que subir a pulso uno a uno a los migrantes, se encuentran niños, mujeres embarazadas, gente al borde de la hipotermia: este esfuerzo físico y mental pasa factura al equipo de rescate: "Es una fatiga mental que te va comiendo por dentro y sabes que en cualquier momento te pueden llamar. Eso durante la semana que estamos trabajando provoca un cansancio evidente".

Después tienen que darles mantas, comida y conseguir que a bordo estén calmados. Cuando alguien necesita ser trasladado de forma inmediata al hospital, deben coordinarse con un helicóptero para el rescate. Así han llegado a trabajar hasta 36 horas seguidas: "Del 2016 al 2017 el incremento de llegada de pateras con migrantes a las costas de Almería ha sido de un 36%".

Durante este fin de semana han llegado casi 1.000 personas al Estrecho y el Mar del Alborán. Desde Salvamento aseguran que están trabajando en esta petición y que además, de forma inmediata, van a reforzar el personal de Tarifa y Almería, porque no hay que olvidar que trabajan con vidas humanas.

Imagen cedida por la ONG alemana Lifeline que muestra a los migrantes rescatados en aguas internacionales del Mar Mediterráneo