Los servicios de emergencias tuvieron que huir por la peligrosidad del incendio de Muíños, en Ourense. Las fuertes rachas de viento provocaron que las llamas se avivaran a toda velocidad amenazando varias viviendas.

Los vecinos veían como el fuego y el humo avanzaban hacia sus casas mientras los helicópteros no paraban de arrojar agua desde el cielo para intentar parar el incendio.

El fuego ha devorado 800 hectáreas del Parque Natural do Xurés y otras 1.500 en el concello de Oímbra, también en Ourense. Para poder apagar las llamas, los bomberos se arriesgaron a acercarse lo máximo posible a los focos del incendio.

Los vecinos han pasado la noche ayudando a los bomberos a apagar focos que se reavivaban. Sin embargo, pese al esfuerzo de todos, las llamas consiguieron devorar pastos, monte bajo y algunas construcciones.

En el incendio de Oímbra se mantiene el nivel 2 de alerta por posibles desalojos y en el de Muíños, el nivel 1. Además, hay otro fuego en Boborás que ya ha quemado 500 hectáreas.