"No queremos más impuestos, sino trabajo para los hijos, es lo único que queremos. ¡Que nos dejen vivir!". Mila Calvo se ha convertido en una de las caras de la protesta de Gamonal. Desde su casa echa una mirada a su barrio, ese por el que lleva luchando años para tratar de mejorar. "Muchas veces te llevas malos ratos, pero es que tu conciencia no te deja quedarte quieta".

Ya consiguieron paralizar un parking justo debajo de su casa, en 2005. "Fue una lucha de varios años y de sufrimiento". Con la que se ha convertido en su otra familia: "Antes éramos como desconocidos y ahora una gran familia". Se define como normal, honrada y trabajadora. Y pacíficos. Sólo pide que les escuchen y les respeten: "No consiento que nos llamen vándalos ni radicales, porque no lo somos. Ellos han ejercido la violencia política".

A los 11 años llegó Manuel a Gamonal y ahora tiene 56. No hay manifestación en la que no esté. Lleva 30 años liderando las protestas vecinales contra los desmanes políticos. "Tenemos razón y este bulevar no tiene sentido". En el bar es testigo de la rabia vecinal. Mientras se toma un café, afirma que lo de estar en primera fila no le gusta. Y que es hora de dar el relevo: "Ellos tienen que tomar la palabra y nosotros acompañarles".

Su experiencia le dice que la presión sirve
Para parar edificios inservibles, que quedaron reducidos por ejemplo a la Plaza de Santiago, conseguir que no les endosaran a ellos el pago de la urbanización del barrio o para reducir el precio de los autobuses, de los más baratos de España.

Por eso ahora dicen no al bulevar. Siempre con problemas de aparcamiento pero siempre en contra de parkings en el barrio. Entre ellos se entienden. La historia de este barrio les ha demostrado que la lucha vecinal acaba teniendo resultados. por eso avisan, confiados, no van a parar hasta que el Ayuntamiento dé marcha atrás.