Dos agresiones sexuales en el mismo edificio del barrio lucense de Augas Férreas, han puesto en alerta a todos los vecinos. "Me dijeron que tenía que tener precaución", asegura una joven. El agresor habría violado a una mujer y habría intentado abusar sexualmente de otra vecina.
El primer ataque ocurrió a finales de septiembre. El agresor se coló en la vivienda y esperó a la joven, de 20 años, en un cuarto cerca del ascensor. La bajó al garaje y allí la violó, según ha denunciado la víctima.
Un mes después, el violador volvió a esperar a la medianoche para actuar con el mismo modus operandi. Esta vez la víctima fue otra mujer residente del edificio, que volvía de una cena de empresa. El agresor apareció en la escalera. La mujer comenzó a gritar, y por suerte, el sospechoso huyó.
Los vecinos aseguran que el violador conoce totalmente el edificio y el truco para poder colarse en él. "Es posible que hubiese, incluso, vivido en el edificio", asegura otra vecina del bloque. Aunque el agresor actúa con la cara totalmente tapada, la Policía busca a un joven español, rubio, de ojos claros y de un metro ochenta.
Los agentes peinan la zona desde el primer ataque, pero nada es suficiente para tranquilizar a los vecinos que viven allí. "Yo creo que la Policía tenía que dar más vueltas y estar más pendiente", aseguran. De momento, han pedido a las mujeres que no vayan solas por calles cercanas poco transitadas y que no suban en ascensores con hombres desconocidos.
Esperaron en el alféizar de una ventana
El agónico rescate de un padre y su hijo de dos años en un edificio en llamas en Palma de Mallorca
El padre decidió coger a su hijo y colocarse en el alféizar de la ventana de un octavo piso para alejarse lo máximo posible de las llamas mientras los bomberos acudían a su rescate. "Fue una decisión un poco difícil", reconoce.