Se lanzaron de la patera al agua al ver a la Guardia Civil. A nado y con rudimentarios flotadores consiguieron llegar a tierra. Agotados los 15 inmigrantes subsaharianos se tiraron al suelo del puerto de Melilla.

Mientras unos celebran su llegada, otros sufren hipotermia. Sus propios compañeros intentan abrigarlos y, con dificultad, darles algo de beber. Llegaron la noche del jueves a Melilla, y la Guardia Civil rescató en el mar a cinco de ellos. Tres fueron trasladados al hospital, y el resto al centro de inmigrantes.

Todos vienen a España en busca de un futuro mejor, casi siempre difícil de encontrar. "Llevo tres años sin permiso de residencia, sin derecho a trabajar, sin derecho a tener una casa. Sólo tienes dos opciones: pedir limosna o prostituirse", relata Mamadou Dia.

Mamadou llegó hace ocho años en un cayuco a la Gomera. En un libro cuenta su dura historia. No entiende el trato que se da a los inmigrantes. "Es un crimen contra la humanidad lo que se está haciendo. Han puesto una frontera con cuchillas ante los ojos de todo el mundo". Denuncia también los disparos con pelotas de goma efectuados en Ceuta. Con el dinero de la venta de su libro podrá cumplir su sueño, regresar a Senegal.