La mancha de fuel del pesquero ruso puede verse desde uno de los satélites de la NASA. Se estima que al menos se ha vertido ya al mar una cuarta parte de su combustible, aunque podría ser más. El Ministerio de Fomento espera que en los próximos días un robot submarino evalúe los daños del barco, a 2400 metros de profundidad.

El mal tiempo en la zona no ha permitido recoger muestras ni desplegar barreras de contención. Y aunque la mancha se aleja de Canarias, científicos y pescadores no se fían. Creen que si cambia el viento, en dos días podría llegar a tierra.

El presidente Canario ha defendido la decisión de alejar el barco de la costa. Paulino Rivero asegura que si ese derrame se produce en el puerto, más cerca, el daño hubiera sido mayor porque habría afectado a las desaladoras.