Los inmigrantes se encuentran encaramados a la valla cuando un agente marroquí irrumpe con un palo para exigirles que se bajen. Ellos resisten, pero segundos después comienza la batalla. Golpe tras golpe, se cuelgan incluso por encima de la alambrada para seguir pegándoles, hasta que consiguen que los inmigrantes empiecen a bajar.

Todo ante la mirada de las fuerzas del orden españolas. Uno de los jóvenes no cede y comienza un forcejeo con la Guardia civil y termina perdiendo el equilibrio. Una vez abajo comienzan a devolver a todos subsaharianos a Marruecos.

Otro de los jóvenes intenta huir, pero no lo consigue. Otros dos inmigrantes desesperados prenden fuego a sus chaquetas, un agente apaga el fuego con un extintor. Es lo que ha sucedido en la valla de Melilla en un nuevo intento de salto, pero tras dos días en los que la presencia de las fuerzas marroquíes ha sido escasa, han vuelto a cargar contra los inmigrantes.

Los sindicatos denuncian que podrían esconderse presiones a España por parte de Marruecos. El delegado del gobierno en Melilla justifica así porqué el martes sí se permitió acceder a los inmigrantes a territorio español.

Mientras, la Defensora del Pueblo, ONG’s e incluso el auto de un juez denuncian que la valla es territorio español y que en ningún caso está justificado que las fuerzas marroquíes ejerzan la violencia.

Delegación del Gobierno, por lo contrario insiste en recordar que hasta que no se traspase la valla en la totalidad, el inmigrante no está en España.