Té con bizcochos, un simple desayuno que para los 60 migrantes rescatados por Proactiva Opens Arms ha sido un lujo. Algunos llevaban más de tres años en Libia soportando torturas y abusos en los centros de detención. "Los rescatados empiezan a estar más animados porque ven que nos movemos, que nos alejamos de Libia. Tenían pánico atroz de ser deportados", explica Óscar Camps, fundador de Proactiva Open Arms.

En la cubierta, la travesía transcurre con calma escuchando las terribles historias que hay tras cada rescatado. Los 60 han podido hablar con sus familias por el teléfono satélite del Open Arms. Uno de los momentos más emocionantes. "Temblaban al hablar con su familia, lloraban", añade Camps.

Los 60 migrantes rescatados por el barco Open Arms

Navegan al sur de Cerdeña y se dirigen hacia Barcelona; tienen por delante 400 millas náuticas: 740 kilómetros.

"Cuando les hemos dicho que íbamos a Barcelona, algunos saltaban de alegría. Todo eran risas", relata Camps.

En Barcelona todo está listo para recibir a los migrantes el próximo miércoles. Todo apunta a que el gobierno les ofrecerá 45 días para formalizar las peticiones de asilo.

Krisley, un niño de nueve años a bordo del Open Arms