Una joven de 18 años ha difundido en las redes sociales una grabación que muestra a su acosador masturbándose detrás suya cuando caminaba sola por la calle en Alicante.
Este tipo de comportamientos no está tipificado en el Código Penal. Así que, normalmente, no llega a juicio. Se archiva como si no hubiera pasado nada.
Otras violencias sexuales que suelen quedar sin castigo además de masturbarse en público son el el exhibicionismo obsceno, la injuria sexual, seguir con intención obscena a alguien, hacer fotos debajo de la falda u otras partes íntimas, o incluso acorralar a una mujer con finalidad sexual.
Para corregirlo, la Generalitat de Cataluña va a sancionarlas con multas directas de hasta 10.000 euros.
Además, no hace falta que un policía sea testigo. También los vigilantes de seguridad de las discotecas podrán tramitar la multa pasando directamente los datos del abusador a la autoridad.
La Generalitat también ha creado un protocolo antiagresiones en bares y discotecas.
Los locales que se unan deberán crear zonas de seguridad cerca de la barra donde la víctima se pueda refugiar, poner vigilancia especial en zonas oscuras y tener a una persona encargada de atender a las víctimas en un lugar reservado y tranquilo.
Los bares y discotecas son el lugar donde se cometen más agresiones y abusos sexuales.