Después de tanto turista ebrio y desnudo en supermercados, calles o colgando de ventanas habrá más vigilancia en la Barceloneta pero no van a prohibir los alquileres turísticos como pedían los vecinos. Los mossos controlarán a partir del lunes los apartamentos conflictivos pero a los vecinos no les parece suficiente ya que creen que es un parche y que las medidas no van a solucionar el problema.
Las medidas del Ayuntamiento contra el turismo de borrachera no convencen a la Barceloneta