Llegar con prisas al aeropuerto. Pasar el control de seguridad con los inconvenientes típicos: que si el cinturón pita por aquí, que si hay que dejar la cartera por allá, que si "tiene que quitarse los zapatos, por favor". Hasta llegar a una parte de este proceso que, hasta hace pocos años, no era tan fatídica. En la cola de embarque, mirar tu diminuto equipaje de mano y preguntarte: ¿Me harán pagar de más por mí maleta?

Ese pensamiento está hoy en jaque. A raíz del coronavirus, el debate sobre la política de equipaje de mano llevada por las aerolíneas 'low cost' está más vivo que nunca. Aunque esta vez, la estocada no la ha dado ningún tribunal, sino la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un organismo dependiente de las Naciones Unidas.

El pasado mes de mayo, la entidad redactó una serie de documentos en los que detallaba cómo deberían ser los vuelos en época de pandemia. Y, efectivamente, el equipaje de mano no entraba en la ecuación: "Siempre que sea posible, se debe alentar a los pasajeros a completar los procesos de 'check-in' antes de acudir al aeropuerto. La facturación en línea ayudará a reducir el contacto con el personal del aeropuerto y su infraestructura", argumenta el comunicado.

Es cierto que hasta el momento esto no es más que una recomendación. Sin embargo, algún que otro país como el Reino Unido ha recogido el guante de esta guía. Como contaba en junio The Guardian, el Gobierno británico también ha recomendado a los pasajeros evitar el equipaje de mano a toda costa, algo que no ha sentado del todo bien a Ryanair, la aerolínea más grande de Europa.

"Pese a que casi todo el sector de la aviación abraza estas recomendaciones, Ryanair insiste en que esto traerá todavía más riesgos para los pasajeros", explica el diario británico. La justificación de la compañía irlandesa gira en torno al número de personas que entrarían en contacto con las maletas. Según la aerolínea, si el pasajero es el que lleva el equipaje de mano, se asegura de que nadie más lo toque.

Este razonamiento ha sido claramente refutado por varios organismos públicos británicos, que señalan que lo más importante es acelerar los procesos de cola y mantener la distancia social, hecho que se garantizaría con el equipaje facturado.

La reacción de las aerolíneas españolas

A lo largo de este mes las compañías de vuelo españolas han tenido tiempo de decidir si tomaban las recomendaciones de la OACI por válidas o no. Y, en línea con lo que ha ocurrido en el Reino Unido, la mayoría de ellas han abrazado esta guía. No obstante, no hasta el punto de convertirla en norma.

Por ejemplo, entre las propias medidas adoptadas por Iberia, una de ellas es "facturar el equipaje de mano sin coste y acceder al avión solo con tu bolso o maletín". No obstante, señalan que en ciertos países sí se ha prohibido cargar con el equipaje de mano en el avión —este es el caso de Italia—, por lo que los pasajeros deberán asegurarse que las normas del destino al que van permitan cargar con dicho equipaje.

En Vueling han añadido un apartado especial en las recomendaciones a raíz del comunicado de la OACI. Concretamente, explican que se debe "reducir al mínimo el equipaje de mano en el avión para que los clientes y las tripulaciones tengan el mínimo contacto entre ellos". Junto con eso, añaden que todos aquellos viajantes que no tengan la condición de embarque prioritario "deberán depositar el equipaje de mano en el mostrador de facturación". Eso sí, sin coste alguno.

Por el contrario, Ryanair no habilita esta posibilidad para sus viajeros. Es más, instan a los pasajeros a que hagan lo contrario que proponen las demás aerolíneas: "Siempre que sea posible, elige Prioridad y 2 Bolsas de Cabina para mantener tu equipaje siempre contigo". De este modo, como en el Reino Unido, la compañía mantiene su negativa a seguir las recomendaciones sanitarias de este órgano internacional.