La embarcación ha entrado por la bocana del puerto escoltado por el otro barco de la ONG, el Astral, en el que viajaban cuatro eurodiputados; el remolcador Punta Mayor de Salvamento Marítimo; y el histórico Barceloneta, que ha salido a su encuentro para acompañarle en su entrada a la capital catalana.

Un operativo dispuesto por el Gobierno, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Cruz Roja está atendiendo a los inmigrantes una vez que desembarcan en el muelle de cruceros, después de que los médicos de sanidad exterior les examinan a bordo, antes de ser trasladados a los equipamientos dispuestos para acogerles.

A la entrada del barco en el puerto se ha podido observar a duras penas a los inmigrantes en su parte trasera bajo una lona que los protegía del sol. Entre estas 60 personas hay cinco mujeres y cinco menores y, según indica la Cruz Roja, entre las mujeres hay dos o tres que están embarazadas, de la misma forma que hay dos o tres menores no acompañados, en unos datos que esta ONG confirmará más tarde.

Los inmigrantes están pasando a disposición de agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de asesores de Cruz Roja y el CEAR después de que, en primera instancia, personal sanitario del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) haya subido a bordo para determinar su estado de salud. Tras este primer triaje del estado de salud de las personas rescatadas, las que necesiten atenciones médicas -entre ellas, las mujeres embarazadas- serán desplazadas al Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB), situado en la calle Llacuna.

Cruz Roja ha montado un pequeño hospital de campaña en la terminal de cruceros del puerto barcelonés, donde ha desplegado un operativo con 70 técnicos, cinco vehículos de apoyo y dos ambulancias. Entre estos técnicos hay médicos, enfermeras, un equipo de apoyo psicosocial y de albergue, y conductores.

Los 60 migrantes rescatados por el barco Open Arms