La Interpol se suma a la búsqueda de Bruno Borges, un joven brasileño que desapareció el 27 de marzo pasado tras haber dejado 14 libros codificados y enigmáticos textos dibujados en las paredes de su cuarto en los que aborda asuntos como encuentros con alienígenas y experiencias extracorpóreas.
El caso de Borges se ha convertido en un misterio en Brasil ampliamente seguido por los medios de comunicación y ha generado varias teorías de conspiración y grupos en Internet con cientos de personas que intentan descifrar sus libros y explicar los motivos de su desaparición.
El estudiante de psicología se vio por última vez el 27 de marzo cuando almorzó en un restaurante de Río Branco, la capital de Acre, con sus padres y sus dos hermanos. El joven avisó que regresaría solo a casa pero no lo hizo y su padre, el empresario Athos Borges, denunció la desaparición al día siguiente.
Cuando fueron a buscarlo a su habitación, los familiares encontraron los 14 manuscritos codificados y enumerados, así como extrañas inscripciones pintadas en las paredes, una estatua de dos metros de altura del filósofo Giordano Bruno (1548-1600) y un dibujo en que una persona que sería Bruno aparece al lado de una figura que representa un extraterrestre.
La hermana del estudiante relató que el joven aprovechó un viaje de sus padres para retirar los muebles de la habitación y, durante los 24 días en que estuvo encerrado, desarrolló el que describía como "su proyecto", para el que pidió dinero a su familia.