Cada verano, son muchos pueblos los que se enfrentan a la llegada masiva de turistas que buscan desconectar. Algunos duplican y triplican su población, lo que hace imposible para los lugareños cosas tan simples como ir a la compra. También es difícil para ayuntamientos como el de Allariz, en Ourense, donde como explica María López, su concejala de Turismo: "Resulta complicado gestionar servicios tan básicos como puede ser la basura o la recogida de papel y vidrio". Sin embargo, para los comerciantes de la localidad la llegada masiva de turistas solo son ventajas, y clientes.
En los pueblos que tienen costa, como Chiclana de la Frontera, en Cádiz, el problema se acentúa a la hora de ir a la playa. Molestias para los vecinos que no lo son tanto para hosteleros y comerciantes: "Ojalá estuviéramos todo el año así", afirma uno de ellos. Esta localidad pasa de 80.000 habitantes durante el invierno a más de 200.000 en verano, lo que obliga a turistas y vecinos a ir de la mano.
Tras la DANA
Querer entrar en tu casa y no tener absolutamente nada: así es la situación de los vecinos de Chiva
Este es el abismo al que se enfrentan cientos de familias como como la de Isa. Su madre vivía en esta casa verde de Chiva, ahí es donde se han criado ella y sus hermanos: "¿Dónde está la casa verde?"