La felicidad que sintió Atifa Ljajic al dar a luz a su hija pronto se vio truncada por la decisión de su marido. Cuando el hombre escuchó por primera vez el llanto de la bebé, decidió abandonarlas.
Con 60 años, después de dos décadas intentando tener un hijo, Ljajic finalmente se quedó embarazada y a pesar de su edad decidió continuar con la gestación. Tras pasar los últimos meses en el hospital debido a que el embarazo era de alto riesgo, finalmente la mujer tuvo a su bebé.
El marido de Ljajic, Serif Nokic, de 68 años, a pesar de sus dudas, decidió permanecer al lado de su mujer durante el embarazo, pero todo cambió tras el parto.
Según informa el Daily Mail, el hombre tomó la decisión al considerar que la niña podría perjudicar su estado de salud: "Estoy enfermo, tengo 68 años, soy diabético y tengo el corazón débil; no es fácil no pegar ojo en toda la noche y oír el llanto de un bebé".
Por su parte, Ljajic insiste en que a pesar de la actitud de su marido, ella va a pelear por sacar a su hija, Alina, adelante: "Sé que no será sencillo, pero todavía creo que queda gente que pueda ayudarme".
La pareja estuvo años sometiéndose a tratamientos de fertilidad y finalmente lograron su objetivo. Los hechos han tenido lugar en el distrito serbio de Raska, al oeste del país.