Las autoridades preguntaron a la anciana si fue ella quien conducía el coche, a lo que respondió afirmativamente. Aseguró que "no podía dormir" esa noche y decidió "dar un paseo para despejar la cabeza".
La mujer se enfrenta a una multa de 4.000 euros y la suspensión del permiso de circulación tres meses. "No tenía idea de que estaba conduciendo tan rápido. Pero no es un problema. Estoy de acuerdo con la pena que me van poner", afirmó la mujer, según revela el diario 'Clarín'.